Actividades para impartir clases de español

viernes, 19 de noviembre de 2010

Portafolio Digital, una herramienta indispensable en los días actuales.

El uso de la tecnología es uno de los grandes retos que tenemos como educadores actualmente, pero ¿Para qué usarla?, ¿Realmente las clases mejoran?, ¿Resuelven problemas o solo nos proporciona más preocupaciones?
Lo importante es tener claro que los nuevos medios traen consigo nuevas formas de entender el proceso educativo. Por decirlo de otra forma, parece claro que la tecnología incorpora nuevos mensajes al revolucionar el medio y tenemos que ser muy conscientes de ello.
     La sociedad que nos encamina cada vez más decididamente (al menos en el mundo más desarrollado), será muy ajerarquizada: crítica con las fuentes de la información, individualizada y reticular.
Nuestra clase, como parte de esa sociedad, debe incorporar todas estas características en la medida en que podamos. El portafolio digital ayuda a impulsarla ya que, como forma de evaluar, desplaza el foco al alumno; y si elegimos el blog como soporte, encontraremos que forman parte de esa nueva realidad, muchos jóvenes, profesores y académicos haciendo parte de esto espacio como actividad cotidiana.
El portafolio digital hoy es una fuente de información y una herramienta indispensable para la práctica docente, recogiendo los trabajos (productos) que el alumno ha ido elaborando a lo largo del curso de forma que mediante su examen podemos saber qué competencias se han desarrollado o se han puesto en práctica en cada caso.
Para ello, los trabajos/productos deben presentarse en contexto, es decir, deben ir acompañados de una explicación que justifique su elaboración, bien por ser el resultado de un trabajo optativo, bien por ser obligatoria su realización.  
Además, cada producto debe incluir las reflexiones del estudiante sobre el  proceso que le ha llevado a completarlo así como sobre el propio producto final. Con estas reflexiones, se pretende que el estudiante sea consciente de su propio proceso de adquisición de destrezas y de cómo estas van desarrollándose desde el estadio de reproducción de conocimientos (destrezas A) a su aplicación en contextos abiertos (destrezas B).
Por último, el portafolio debe incluir los comentarios del profesor sobre cómo y en qué grado se ajusta cada producto presentado por el alumno a los objetivos declarados en el programa de competencias. No se trata, entonces, de que el profesor se limite a calificar con una nota el resultado del trabajo del alumno sino de que lo analice a la vista de los objetivos formativos planteados en su asignatura o en la titulación de manera global.
Generalmente el  objetivo primordial de un portafolio va más allá de la simple calificación de los productos que lo componen, es decir, de la evaluación de los trabajos de los estudiantes. Se trata de examinar los trabajos y ver qué nos dicen sobre el proceso de aprendizaje, de manera que podamos reflexionar sobre nuestros métodos didácticos, nuestra forma de enseñar y poder implementar los cambios necesarios que conduzcan a una enseñanza y una evaluación más centrada en el alumno. Del mismo modo, como veremos, también el portafolio le permite al alumno realizar una reflexión sobre su propio aprendizaje y sentirse dueño de su progreso.
En palabras de Kingy Campbell-Allan, “los portafolios no se concibieron como instrumentos de calificación, sino como vehículos para un tipo diferente de evaluación: la reflexión de los alumnos sobre su propio trabajo, la reflexión del docente sobre el trabajo de los alumnos y la reflexión del docente sobre su propia labor”.
Como es obvio, para que el portafolio tenga sentido y logre éxito durante su elaboración, el estudiante hay que saber para qué sirve y la comunidad docente conozca su significado, aquel debe ir precedido de una declaración de los objetivos formativos que, a su vez, deben estar establecidos en consonancia con los que se hayan establecido en la titulación. Así conseguiremos que el portafolio sea algo más que un archivo digital de los trabajos.
Las ventajas del portafolio digital son: 
  •  El eje central del portafolio es el alumno y su proceso de aprendizaje;
  •  El portafolio digital es un instrumento flexible que permite incorporar nuevos productos con facilidad y actualizar los contenidos para adecuar el currículo del alumno al mercado de trabajo europeo;
  •  Se rompe el aislamiento del aula al publicar digitalmente los materiales que en ella se generan así como los procesos que los originan y ponerlos a disposición de la comunidad docente a través de internet;
  •  Se dota de transparencia al proceso educativo y se favorece el intercambio de experiencias entre instituciones.
  •  La calificación numérica de los productos que realiza el estudiante queda relegada a un segundo plano a favor del análisis de estos como muestra del aprendizaje.

A modo de conclusión

A lo largo de estos cuatro años como académica, tuve la oportunidad de experimentar el portafolio como herramienta de construcción y de evaluación de las actividades desarrolladas en varias asignaturas ministradas por la profesora Eliana Dias Laurido.
En el inicio tuve una cierta resistencia cuanto a su utilización y su manejo, como gran parte de los académicos, exactamente por no tener ningún conocimiento cerca de él y por tener prejuicios cuanto a forma de evaluación (había venido de una enseñanza tradicional con fechas previas para la aplicación de las evaluaciones).
Es un buen instrumento didáctico para aplicación en clases de alto e medio grado de conocimiento en el área de lenguas extranjeras, pues necesita de negoción cuanto a su aplicación y prejuicios existentes cuanto actividad evaluativa final.

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